Con la consolidación del aborto y la eutanasia, la tutela del más débil parece no tener cabida en las sociedades occidentales. El cuidado a los más vulnerables y los principios éticos también enfrentan nuevos retos y amenazas como la inteligencia artificial, el transhumanismo o la edición genética. Hablar de su llegada no es utópico.
¿Queda esperanza? Elena Postigo, coordinadora del Máster en Bioética de la Universidad Francisco de Vitoria y la Fundación Jérôme Lejeune, es consciente de que “habrá batallas que se perderán y otras que se ganarán”, pero la batalla de la vida dura eso, “toda la vida”. “Y lo importante, es librarla”, menciona.
Hay muchas formas de hacerlo, y la suya es sin duda la formación intelectual y el debate científico y académico. Desde el pasado mes de octubre, medio centenar de profesionales de todo el mundo inauguraron la primera edición del Máster en Bioética de la Universidad Francisco de Vitoria y la Fundación Jérôme Lejeune dirigido por Mónica López Barahona, bioquímica e investigadora del campo de la Oncología molecular.
Tras el éxito de esta primera edición, con un grado “muy elevado” de satisfacción entre los alumnos y con una aplicación eminentemente práctica en todos los ámbitos, Postigo avanza a Religión en Libertad la apertura de la segunda edición de este Máster el próximo mes de octubre.
Explica a Religión en Libertad que este Máster no requiere de una formación previa específica, sino que está abierto a todo aquel que quiera formarse en la Bioética, independientemente de su preparación. Muestra de ello es el variado perfil del alumnado de la primera edición -filósofos, teólogos, profesores, médicos, juristas…-. Por ello, también avanza que, de cara a la segunda edición, los organizadores han previsto becas de estudio para sacerdotes y religiosos que deseen ampliar su formación en esta materia.
La centralidad de la persona, un elemento diferencial
Tras 25 años dedicándose a la Bioética, Postigo es consciente de que “de cómo se defina a la persona, dependen muchas cuestiones”. Y es algo en lo que, además de poner énfasis durante el curso académico, les diferencia de otros másteres.
“Los alumnos valoran los conocimientos, el seguimiento, la implicación de los profesores del Máster”, pero especialmente, “la centralidad y el concepto de persona” en el plan académico, dedicando un espacio considerable del mismo a definir “desde cuándo somos persona, por qué lo somos, la dignidad inherente a toda persona o la vulnerabilidad y la discapacidad”.
Como ejemplo, cita al filósofo Peter Singer y su convicción de que “no todo ser humano es persona”. “Para él, ser persona es que se sea capaz de pensar y decidir libremente, excluyendo a los embriones, fetos, personas en coma, con graves discapacidades o en los primeros años de vida”, justificando así la licitud “del infanticidio, el aborto o la eliminación de personas con discapacidad”.
“En la materia de Fundamentos de Antropología analizamos dicho planteamiento de forma crítica, también sus implicaciones. El máster estudia todas las corrientes de la Bioética, elige el personalismo ontológico como fundamento de la disciplina e intenta dialogar todas ellas aduciendo sus razones y argumentos. Esto los alumnos lo valoran mucho, y además, su aplicación a cuestiones concretas”, menciona.
Un manual de combate en defensa de la vida
Esta es solo una de las diez materias que conforman el plan de estudios. En su conjunto, la formación adquirida no solo permite al alumno analizar las cuestiones bioéticas con rigor -desde el aborto, la eutanasia, el cuidado al final de la vida o el transhumanismo, entre muchas otras-: los alumnos adquieren los argumentos y la capacitación necesaria para dialogar y contraponer sus argumentos frente a las nuevas amenazas de la Bioética.
Postigo asegura que, lejos de demonizar la ciencia, el Máster pretende que esta se ponga “al servicio de la humanidad, ayudándola a mejorar su vida como han hecho tradicionalmente…” y a lo que ahora, parece renunciar. Con la eclosión de nuevos retos y amenazas como la biotecnología y la genética, la neurociencia y neuroética, la nanotecnología y la robótica y la Inteligencia Artificial, abordarlas se hace crítico en la batalla por la defensa de la vida humana.
“Estudiamos si esas intervenciones van a dañar la vida y la integridad de las personas, la salud, la libertad y la conciencia , el bien común y la justicia. Abordaremos todos estos retos, para hacer buen uso de lo que va a ser la medicina del futuro y que nuestro alumno pueda plantear esos retos de forma rigurosa, conociendo y discerniendo prudente y responsablemente los bienes que están en juego”.
Estos retos, que podrían parecer lejanos, están a las puertas. Es el caso de Neuralink, la empresa de Elon Musk -fundador de Tesla y primera fortuna del mundo- especializada en la implantación de chips cerebrales abriendo paso al transhumanismo.
Populismo, muerte, silencio… “y muchos problemas”
Pero también de otros que, aunque más antiguos, forman parte de un conflicto declarado. Es el caso de la reforma de la ley del aborto, que si bien “no trae nada sustancialmente distinto a la anterior” -lo que cambia grosso modo es la cuestión del aborto en menores sin el consentimiento paterno-, se trata de “una medida populista para ganar votos” que, además, “no tutela ni la vida ni la salud de las menores”.
También cuestiona la aprobación de la ley de Eutanasia, “aprobada evitando todo debate público, los informes de los colegios de médicos, de las sociedades científicas y escuchando solo a una parte minoritaria de la sociedad que pedía la eutanasia”.
“Quienes lo van a aplicar, los sanitarios, no han podido decir nada y la misma Organización Médica Mundial es contraria, al no considerarla un acto médico. Es una ley que no ha sido acompañada por una de cuidados paliativos donde el enfermo pueda optar por una alternativa como los cuidados paliativos, subdesarrollados en España”, critica.
Avanza, además, que la ley presenta y generará “muchos problemas”. Especialmente en lo relativo a la vulneración de los derechos de personas con problemas de salud mental y del enfermo crónico o terminal.
Postigo vaticina que, “en los próximos 20 años, si nadie lo remedia, el escenario será como el de Holanda y Bélgica, donde cada vez se han ampliado los supuestos, se incluye a los menores con enfermedades crónicas o solo personas que se han cansado de vivir, y donde cada vez más gente pide la eutanasia”.
También hay victorias
“Desgraciadamente nos encaminamos hacia ese escenario, por eso es tan importante, como hace nuestro máster, fomentar los estudios en Bioética y de cuidados paliativos, el asombro ante toda vida humana y ayudar a los profesionales de la salud a que sean capaces de tutelar esa vida”, añade.
Sin embargo, ella misma menciona que en la batalla continua que representa la Bioética, también hay victorias. Se refiere a la revocación de Roe v Wade en Estados Unidos, como una muestra de que cada vez son más “los que se dan cuenta de que la vida humana debe ser defendida”.
Postigo confía en que lo sucedido en Estados Unidos, como “avanzadilla de lo que sucede en Occidente”, se extienda en España y los países donde cientos de miles de niños mueren masacrados cada año.
Signos de esperanza en defensa de la vida
La coordinadora del Máster en Bioética es consciente de que “la defensa de la vida y la tutela de la vida del más débil ha ido perdiendo terreno” en las últimas décadas.
Sin embargo, no es pesimista al respecto: “Creo que la ciencia nos va mostrando que hay vida desde el momento de la concepción y cada vez son más las generaciones de científicos que se forman tomando conciencia de esto y del cuidado de la vida humana desde que esta existe hasta su final. Creo que estamos formando a una generación de profesionales de la salud y de todo tipo con esta conciencia”.
Una formación en la que este Máster tendrá sin duda mucho que aportar. “Habrá batallas que se perderán, otras que se ganarán, pero la batalla va a durar toda la vida. Lo importante es dar la batalla por la defensa de la vida y el cuidado del más vulnerable, algo en lo que la Fundación Jérôme Lejeune y la Universidad Francisco de Vitoria, instituciones promotoras del Máster, están firmemente convencidas y comprometidas”, concluye.
Para obtener mayor información sobre el Máster en Bioética, sus organizadores ponen a disposición de los interesados este enlace y la dirección de correo electrónico postgrado@ufv.es.
Publicado por Jose María Carrera en Religión en Libertad